
El mal funcionamiento del nuevo plan de transportes Transantiago ha generado un descontento masivo en los usuarios que es entendible, pero lamentablemente están enfocando sus críticas en personas que no son las verdaderas responsables de lo que, hasta el momento, da signos de fracaso.
Uno de nuestros ídolos deportivos, el ex capitán de la selección chilena de fútbol, Iván Zamorano, es el afectado de turno. ¿Por qué?, debido a que aceptó ser el rostro de la campaña publicitaria del polémico plan. Sin duda fue elegido por ser una personalidad creible y que cuenta con el respaldo de la mayoría de los chilenos, aunque al parecer cometió un error que le está costando un rechazo popular absolutamente indebido.
Es cierto, la suma que se le pagó a Bam Bam (300 millones de pesos) es bastante grande, pero fue lo que se le ofreció y lo que cualquiera habría aceptado, sobretodo si confiaba en que el Transantiago lograría ser lo que el gobierno le dijo, ahí está su falla, pero nada más. Por otra parte, el dinero venía de una empresa privada, si hubieran sido fondos estatales les creo.
Ahora vamos a tener que ir a alegarle a Penélope Cruz si la ropa de Ripley no nos gusta, a Sergio Lagos si en Falabella nos cobran comisiones, a Fernando González si nos compramos un Kia y nos falla, etc. Creo que es un error que cometen muchos chilenos que ante su impotencia no saben a quien culpar por lo que les afecta.
Bam Bam siempre será un ídolo, que haga publicidad es otro cuento, es realmente triste que tenga que ofrecer conferencias de prensa, como la de esta tarde, para dar explicaciones por algo que no le compete.
"¡Ya basta!, no quiero ser un escudo para el responsable del transporte público" (Iván Zamorano, 20 de marzo de 2007).